Cómo está angelito? Quiero compartir con ustedes una parte de mi vida que ha sido extremadamente difícil para mí. Cada vez que visito a mi mamita fallecida, me enfrento a una avalancha de emociones y recuerdos que me han marcado profundamente. La ausencia de su amor y su presencia en mi vida es un dolor constante que me acompaña día y noche. He pasado por acontecimientos muy fuertes en mi vida, cosas que si les contara, probablemente no me creerían. La intensidad de mi sufrimiento es algo que solo yo puedo comprender, y a veces me siento abrumado por la carga emocional que llevo dentro. La verdad es que necesito sacar muchas cosas de mí, pero es muy difícil para mí expresarlas con palabras. Me siento atrapado, como si estuviera en una jaula sin salida, sin poder escapar de los sentimientos y emociones que me atormentan. Me siento vulnerado, expuesto y sin defensas, como si cualquier cosa pudiera hacerme daño en cualquier momento. Y me siento abusado, como si hubiera sido utilizado y lastimado por aquellos en quienes confiaba. A pesar de las sonrisas que ven en mi día a día, me siento un ser vacío y triste. Me siento como si estuviera viviendo una vida que no es mía, como si estuviera fingiendo ser alguien que no soy. He cometido errores, y aunque no necesito justificarme, sí quiero reconocerlos y trabajar en ellos desde mi interior. Quiero sanar mis heridas, quiero encontrar la paz y la tranquilidad que tanto anhelo. Quiero ofrecer un "ángel" completo, no lleno de heridas ocultas. Quiero ser capaz de mirar hacia adelante con esperanza y optimismo, sin que el dolor del pasado me detenga. Pero es difícil, porque cada paso que doy me recuerda lo que he perdido, lo que nunca volveré a tener. Por eso, les pido disculpas por mi ausencia. No estoy bien, y no sé cuánto tiempo me tomará encontrar mi camino de vuelta a la luz. Pero estoy trabajando en mí mismo, estoy luchando para volver a ser el "angelito" que solía ser. Quería que lo supieran, y espero que puedan entender mi situación. Gracias por su comprensión y apoyo. Su presencia en mi vida es un recordatorio de que no estoy solo, y eso me da la fuerza para seguir adelante.